martes, 29 de abril de 2008

Que sea el Fuego

Que sea el fuego

de la pasión y la sabiduría

el que alumbre nuestro camino

porque sino lo hará el de la locura

y la destrucción.

Que sea el fuego…



Es muy probable que toda nuestra sabiduría
sea casi nada frente a la magnitud de todo lo que deberíamos
saber y conocer, pero, al menos una cosa si podemos
afirmarla con certeza, si no trabajamos duro y con tenacidad
en la destilación de lo mejor de lo humano
en cada uno de nosotros
y en las estructuras sociales de las que formamos parte,
entonces prevalecerá lo peor.
Eso es lo que está sucediendo
y si no logramos revertirlo simplemente lo humano,
todo, incluido lo mejor de nosotros, tenderá a colapsar.
Este trabajo esta destinado a difundir este mensaje
de la manera más directa y clara que nos sea posible,
sin caer en golpes bajos ni en agitaciones que no conducen a nada.
Buscaremos, dentro de lo que nos sea posible,
transmitir todos los elementos que estén a nuestro alcance
para que siempre tengamos la opción de elegir
aquello que pueda ser más afín a nosotros,
a eso llamaremos “lo mejor o el bien”,
lo cual, desde ya lo diremos nunca es lo más cómodo
y mucho menos, sobre todas las cosas, lo más fácil.
Seguimos creyendo que la reunión para compartir dudas,
temores y angustias pero también para nutrirnos
e intercambiar nuestros dones y tesoros,
es la vía por la que debemos avanzar al amparo del fuego de nuestras pasiones
jugadas en función de la vida, de toda esta vida
y de toda esta inexplicable eternidad
de la que formamos parte.

Enrique Buenos Aires 300408


La pregunta primera.

¿A quien le interesa hoy, ser sabio?

¿A quien le interesa acceder a un mayor conocimiento de si,
del mundo, de los otros, de las motivaciones por las cuales suceden o no las cosas?

¿A quien le interesa transitar su vida por el camino
que lleva a la producción de conocimiento?

¿A quien le interesa acceder a la conciencia exasperada de ser,
de estar siendo lo efímero de la eternidad?

¿A quien le interesa desarrollar y alcanzar la visión de cómo son las cosas en si?

¿A quien le interesa elegir el camino de la mayor altura,
ese que corresponde a las mayores profundidades,
el de la nobleza del corazón,
aquél del despliegue
de lo mejor que seamos capaces de desarrollar como sujetos humanos?

¿A quienes les interesa?
Necesitamos saberlo porque esos son los destinatarios de estos escritos,
de esta alegría de seguir construyendo.
De toda esta sana y potente curiosidad.
Ellos son los futuros alumnos, los futuros amigos, los compañeros imprescindibles,
aquellos que continuarán esta obra, este sentimiento que va en búsqueda de sentido.
Ellos, sus cuerpos, son los destinatarios de la posibilidad,
de transitar por ciertas zonas de la existencia,
que anida en lo humano a pesar del despliegue de tanta barbarie,
ignorancia y estupidez.
Todo eso que es lo más fácil,
ya que el mal es más fácil,más sencillo, rápido y eficaz.
En efecto, para matar a un ser humano basta
con el tiempo necesario para apretar un gatillo,
mientras que construirlo, formarlo, lograr de él lo mejor,
lleva toda una vida.

La pregunta que sigue es:

¿A quien no le interesa que lo humano logre lo mejor de sí?
o para decirlo de otra forma.
¿Quiénes se benefician de la situación actual en la que las grandes mayorías
de la población mundial donde, millones y millones de sujetos,
son mantenidos en niveles de mínima o nula educación,
salud y desarrollo de sus potencialidades?

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la
lista
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r
g
a

Demasiado…

De aquí en más iremos bocetando algunas reflexiones que
intentarán dar cuentas de parte de la situación actual,
de la subjetividad lábil y evanescente de éste momento.
Esperamos que nos acompañen y ayuden con sus comentarios,
observaciones y críticas.
Muchas gracias.

Enrique. Buenos Aires 30508